El pasado Domingo 24 Febrero, fué el 31 aniversario de nuestro compañero Antonio,Antonino, Minino, Misino, Gato, Gato Miguel pa los amigos...
Como perejiles, le debemos mimar porque muy pronto estará con nosotros y será duro competidor en las pártidas de parchis y refuerzo estrella para el equipo de futbol....
Como morrallas, es nuestra gran baza, es el máximo organizador de citas clandestinas con féminas, emula a Spenzer Tunick como autor del album fotográfico de la vida morralla, además de convertirse en chofer siempre fiel al volante en las noches más alcoholicas del calendario...
Como amigos, es de agradecer que siempre esté ahí, su sonrisa, su sobriedad, su saber estar, su compañia, su cuerpecito de Gym, sus comentarios, sus suspiros en la nuca...
Por todo ello y mucho más, quiero disculparme por la mala costumbre que desgraciadamente me acompaña últimamente, de acordarme de los grandes momentos del calendario demasiado tarde y felicitarle desde aquí, sus treinta y un añitos y tres días...
Un besito de toda la panda morralla, perejil, hacha, tubi, sobris, de la playa de Benidorm, de Catarroja, de Sagunto, de Espiral, del Garitto, del Garbi, de empresariales, del Castell, de los naranjos y de todos los que pa lo bueno y pa lo malo en cada instante de cada momento de tu vida, han estado ahí...
Felicidades Gatito.
3 comentarios:
A Antonio Miguel lo conocí cuando ambos luchábamos contra el ejercito de mordor en aquellas tardes dominicales. era un hombre extraño, de complexión circunfleja y estado subjuntivo. solía cantar viejas arias de verdi y ponía verdi a todo el mundo. la primera vez que lo vi, lucía una expecie de refajo en la entrepierna que le llegaba hasta el húmero y sabía a cola. por sombrero se había puesto una especie de carretón decorativo en cuyos estucos se glosaba el rico pasado de pedrera, sus costumbres y los romances de su buena gente. como aquel que dice: "llegó con tres bebidas/la perejil, la morralla, la de la vida/con tres bebidas viene/la morralla, la perejil, la de la muerte". Anterior a eso, Antonio Miguel se había dedicado de forma más o menos intermitente a enumerar rulos de señora en una peluquería de cuernavaca. cuando llegaba a cientocincuenta, el muy ladino solía coger a la señora de los bragones, los meneaba salvajamente, acercaba sus labios al flaccido pedazo de carne amasada y hacía una pedorreta. entonces todo se volvía fiesta y diversión y Antonio Miguel era un hombre contento. desde entonces yo siempre le he visto sonriendo.
felicidades chaval, mis discos te esperan.
Los Sres. Estació te desean...
Muchísimas felicidades!!!!!!!!!
MUCHAS GRACIAS DE CORAZON A TODOS. UN FUERTE ABRAZO
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