miércoles, 6 de febrero de 2008

¿Por qué tardamos tanto las mujeres cuando vamos al baño?



El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de niña tumamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro conpapel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetrode la taza.Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño publico'Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre elinodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con lataza.'La Posición ' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súperimportante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestrasvidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos,'la posición' es dolorosamentedifícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.




Cuando 'tienes que ir' a un baño público, te encuentras con una cola demujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que pides la vez yesperas paciente, sonriendo amablemente a las demás mujeres que tambiénestán discretamente cruzando piernas y brazos. Es la posición oficial de 'meestoy meando'.Finalmente te toca tu turno, pero siempre llega la típica mamá con 'la niñapequeña que no se puede aguantar más' y aprovechan para saltarse ambas lacola con todo el morro!. Entonces verificas cada cubículo por debajo paraversi no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y telanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta queel picaporte no funciona (nunca funciona); no importa...Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nuncahay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidosindefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuellomientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca lacorrea, porque el bolso está lleno de mierdas que fuiste metiendo dentro -la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso - ...




Pero volviendo a la puerta... como no tenía picaporte, solo tienes laopción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón tebajas las bragas y tomas 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh....porfin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... por que estássuspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las bragas cortándote lacirculación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra lapuerta y un bolso de 5 kgs. colgando de tu cuello. Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni lacubrirte con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz detu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un water público!', asíque te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas, entonces por unfallo de cálculo en las distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro tesalpica en tu propio culo y que ¡¡¡te moja hasta las medias!!! Tienes suertesi no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiereuna gran concentración.Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénicoperoooo, ¡joooooder...! el rollo esta vacío...! (siempre)





Entonces suplicasal cielo que entre los 5 kgs. de trastos que llevas en el bolso haya unmiserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta,dudas un momento, pero no hay más remedio.y en cuanto sueltas la puerta,alguien la empuja y recibes un portazo que tienes que frenar con unmovimiento rápido y brusco, si miramientos o todo el mundo te vera semisentada en el aire con la bragas por la rodilla ¡¡NO!! Entonces gritas¡¡¡O-CU-PA-DOOOO !!!', mientras continúas empuja ndo la puerta con tu manolibre, das por hecho que todas las que esperan en el exterior han oído tumensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla denuevo, (en eso las mujeres nos respetamos mucho) y te dispones a buscar tukeenex sin agobios, te gustaría usar más de uno pero sabes lo valiosos queson en casos similares y te apañas con uno por si acaso.




En ese preciso instante se apaga la luz automática del baño, en un cubículotan reducido no puede ser tan difícil encontrar el interruptor! das la luzde nuevo con la mano del kleenex por que la otra sigue sujetando tus bragas,vas contando los segundos que te quedan para salir de allí, sudando por quellevas el abrigo puesto ya que no hay perchero, y es que, hay que ver elcalor que hace en esos sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en laque sigues, con los gemelos a punto de estallar.Sin contar el cabreo que llevas por el portazo, el desnuque con la correadel bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en laspiernas y en las medias, que todavía están mojadas... el recuerdo de tu mamáque estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó elasiento de un baño público, porque francamente, 'tu no sabes qué clase deenfermedades podrías agarrar ahí'.Pero la debacle no termina... estás exhausta, cuando te pones de pie ya nosientes las piernas, te recolocas la ropa rápidamente y tiras de la cadena¡sobretodo! Si no funciona preferirías no salir jamás de ese baño ¡quévergüenza! entonces sales al lavamanos.




Todo esta lleno de agua así que nopuedes soltar el bolso ni un segundo, lo cuelgas al hombro, no sabes cómofunciona el grifo con los sensores automáticos así que tocas hasta que saleun chorrito de agua fresca, y consigues jabón, te lavas en una posición dejorobado de Notre Dame para que no se resbale el bolso desde tu hombro yacabe en la pica del baño bajo el chorro automático, el secador de aire esun trasto inútil así que acabas secándote las manos en tus pantalones, porque no piensas gastar otro kleenex para eso! y sales pasando junto ala líneade mujeres que aún están esperando con las piernas cruzadas y en estosmomentos eres incapaz de sonreir cortesmente, consciente de que has pasadoahí una eternidad.Tendrás suerte si no sales arrastrando un trozo de papel higiénico pegado atu zapato del largo del río Mississippi, o peor aún, con la faldaarremangada pillada por tus medias que te subiste a la velocidad de la luz yenseñando el culo! Lo juro, a mi me pasó y no soy la única, me consta!y sales.




En este momento ves a tu chico que ha entrado, usado y salido del baño dehombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz mientras teesperaba. '¿Por qué tardas tanto?' te pregunta irritado.'Había mucha cola' te limitas a decir.Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, porsolidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujetala puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es muchomás sencillo y rápido ya que tú solo tienes que concentrarte en mantener 'laposición' y la dignidad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

me aburrooo...

Anónimo dijo...

UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!

Anónimo dijo...

madre miaaaaaaaaaaaa....quien ha sido el/la cruel q ha escrito este TESTAMENTOOOOOOOOOOO....

YA OS VALE...AJAJAJAJAJ

Anónimo dijo...

he sido yo, ¿qué pasa?

Anónimo dijo...

NO PASA RES, ARMANDO SI HAS SIDO TUUUUUUUUUUUU.....

Anónimo dijo...

me abuurrooooo!!!!